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==Personalidades y Rasgos== |
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− | Rahab era una mujer envidiosa, acorde a su papel como un demonio. Cuidando en gran medida su apariencia, se molestaba fácilmente con las personas que no podían identificarla. Del mismo modo, ella estaba celosa de otras mujeres que se enamoraban de su amante y las despreciaba por eso; como resultado, rápidamente castigaba violentamente a los que la |
+ | Rahab era una mujer envidiosa, acorde a su papel como un demonio. Cuidando en gran medida su apariencia, se molestaba fácilmente con las personas que no podían identificarla. Del mismo modo, ella estaba celosa de otras mujeres que se enamoraban de su amante y las despreciaba por eso; como resultado, rápidamente castigaba violentamente a los que la oFenggdía, aunque estaba dispuesta a perdonarlos durante situaciones que la presionaban. Del mismo modo, cuando se enfrentaba a una tarea difícil o potencialmente peligrosa, el Demonio de la Envidia normalmente optaba por evitar hacerlo si es posible. |
En el momento de tomar su papel como uno de los demonios para los Contenedores del Pecado, el Demonio de la Envidia existía como una pizarra en blanco, al no tener aspiraciones o metas para saciar su propio aburrimiento, lo mismo que sus compañeros demonios. Al igual que los otros Demonios del Pecado, el Demonio encontró diversión en los inconvenientes de los demás. También, el demonio no era aficionada a la conversación, quedando fuera de las discusiones a menos que ella viera necesario hablar. Además, el Demonio de la Envidia no consideraba los sentimientos de los demás al hablar. Del mismo modo, el demonio sólo se consideraba a sí misma, a pesar de que estaba dispuesto a trabajar con el dios del sol, si era necesario. |
En el momento de tomar su papel como uno de los demonios para los Contenedores del Pecado, el Demonio de la Envidia existía como una pizarra en blanco, al no tener aspiraciones o metas para saciar su propio aburrimiento, lo mismo que sus compañeros demonios. Al igual que los otros Demonios del Pecado, el Demonio encontró diversión en los inconvenientes de los demás. También, el demonio no era aficionada a la conversación, quedando fuera de las discusiones a menos que ella viera necesario hablar. Además, el Demonio de la Envidia no consideraba los sentimientos de los demás al hablar. Del mismo modo, el demonio sólo se consideraba a sí misma, a pesar de que estaba dispuesto a trabajar con el dios del sol, si era necesario. |