El cuerpo es el contenedor físico de los seres vivos. Se dio a los individuos una forma corpórea, que variaba en tamaño, estructura, apariencia y capacidad entre los individuos y especies de criatura.
Mecánica
El cuerpo actúa como un vehículo físico para el alma, dando la forma corporal individual mediante la retención del alma al cuerpo. Como resultado, el cuerpo fue limitado por su forma definida y por las leyes que rigen el plano físico en el que exista.[1] Los cuerpos iban desde los objetos inanimados a las estructuras biológicas, su forma exacta del varía entre cada una de las especies de criatura. El cuerpo también permitió que el alma, que habita en su interior, pudiera manipular la magia y, en muchos casos, interactuar con el entorno físico que rodea.[2] El el cuerpo podría ser herido o dañado permanentemente, aunque los organismos biológicos tienen la capacidad de regenerar y reparar las lesiones no graves con el tiempo.[3]
En caso de que un cuerpo biológico sufra lesiones mortales, finalmente sentiría la experiencia de la muerte.[2] Después de la muerte, el cuerpo podría decaer en sus componentes básicos. Sin embargo, el cuerpo fallecido podría ser reanimado con magia, aunque la resurrección del cuerpo junto al alma es imposible. Del mismo modo, el contenedor biológico no pudo mantener su forma sin alma durante un período prolongado de tiempo. A pesar de esto, el cuerpo sigue funcionando permaneciendo activo, actuando únicamente en el instinto, en ausencia de una mente o el alma hasta que se venga abajo.[4]
Trivia
Conceptualización y Origen
- El cuerpo, en especial su relación con la mente y el alma, es un tema debatido con frecuencia en la filosofía y la religión.